¡Buenos días a todos y a todas!
¿Qué tal ha ido el fin de semana?
¡Yo me lo he pasado en grande! ¡He disfrutado como una enana!
Uno de los planes que más me apetecía y que tenía señalado en rojo en mi agenda era visitar la venta efímera organizada por la revista Singulares. El viernes escribiré un post explicándoos mi experiencia en el Singulares Inventory Room.
Pero hoy vamos con otro DIY que va de la mano con el que os enseñé el otro día, el de la máscara de oso panda infantil.
¿Qué tal ha ido el fin de semana?
¡Yo me lo he pasado en grande! ¡He disfrutado como una enana!
Uno de los planes que más me apetecía y que tenía señalado en rojo en mi agenda era visitar la venta efímera organizada por la revista Singulares. El viernes escribiré un post explicándoos mi experiencia en el Singulares Inventory Room.
Pero hoy vamos con otro DIY que va de la mano con el que os enseñé el otro día, el de la máscara de oso panda infantil.
No me digáis que más de uno/a no ha pensado ya a estas alturas que la navidad está a la vuelta de la esquina.
Pues bien, hoy os traigo una idea muy sencilla para envolver un regalo infantil.
De nuestro viaje a Porto nos trajimos, entre otras muchas cosas bonitas, un libro con unas ilustraciones originales y preciosas para el hijo de una de nuestras mejores amigas.
El libro, junto la máscara de Oso Panda que ya os enseñé en el post del lunes pasado, fueron los dos regalos que le entregamos a Luka en nuestro reencuentro hace ya unas semanas.
Y ahora voy a explicaros los sencillos pasos que seguí para envolver el regalo.
Lo primero que tenéis que hacer es calcular el trozo de papel de envolver que vais a necesitar y recortarlo.
¿Por qué hacemos esto? Porque el siguiente paso va a ser estampar el papel, y siempre, siempre, siempre, es mucho más fácil hacerlo sobre una superficie rígida y plana.
Como os decía, decidí estampar el papel de regalo haciéndole topitos blancos.
Es muy sencillo, solo necesitáis un lápiz de los que tienen goma en un extremo y un poco de tinta blanca.
En la imagen de abajo se aprecia perfectamente como se debe realizar el procedimiento.
Una vez tenemos estampado el papel, envolvemos el regalo. Ahora si.
Utilizamos un poco de cuerda de algodón negra para dar la vuelta al contorno del regalo y así poder poner una etiqueta.
Casualidades de la vida, entre mi montón de restos de papeles y cartulinas de otros trabajos (los escraperos nunca tiramos nada a la basura, ya que todo puede ser susceptible de ser utilizado para otro proyecto), tenía un trozo de cartulina negra perfectamente cortado para ser ya en si una etiqueta. Así que en esta ocasión, solo tuve que hacerle el agujero con la perforadora para poder pasar el cordón.
Ya que el regalo era para un niño, estampé en la etiqueta el sello de un coche con tinta blanca.
Y como no, también su nombre: Luka.
Tanto el sello del coche como el abecedario de letras que utilicé son de Tiger.
Nota: a la mami de la criatura le gustó tanto la etiqueta que decidió guardársela de recuerdo en su monedero!
¡Y así quedó el regalo finalmente! ¿Qué os parece?¿Os ha gustado?
Que tengáis un feliz inicio de la semana.
Nos leemos el miércoles.
Un abrazo,
Me gusta mucho como queda la tinta blanca en el papel kraft :) Y los complementos de la cuerda y la etiqueta en color negro le quedan muy bien.
ResponderEliminarP.D. Yo también me habría guardado la etiqueta a buen recaudo jajaja.
Muchísimas gracias Empaquetando Ando! A mi también me gusta mucho la combinación blanco-kraft... creo que le da un toque sencillo y delicado!
Eliminarjajajaja y me alegro de que la idea de la etiqueta también te haya gustado!
Gracias por tu comentario.
Un beso,
Anna